viernes, 3 de septiembre de 2010

Internet



El Nuevo Mundo




Todo comenzó cuando el Departamento de Defensa de Estados Unidos observó la necesidad de crear una red de comunicaciones segura, que pudiera mantenerse aunque fallase alguno de sus nodos. Lo que nadie imaginó fue que más adelante, con el aporte de muchos expertos, el nuevo invento iba a revolucionar al mundo, en especial al de las comunicaciones, y por ende, a todas las organizaciones sociales, desde los individuos hasta las empresas y los gobiernos.

Desde que apareció Internet, los ciudadanos dejaron de conformarse con la información que la prensa escrita, la radio y la televisión le brindaran. La nueva Red le entregó al usuario la posibilidad de pasar de ser un sujeto pasivo a un generador de información y, además, tuvo el derecho a replicar y a aportar. En palabras de los técnicos, la comunicación comenzó a ser multidireccional y horizontal y ya no vertical, lo que antes de 1990 era impensable.

De ahí que se comenzara a hablar de la era de la Sociedad de la Información o del Conocimiento, donde el saber “fue de todos y no de unos pocos”.

Con Internet, el modelo de la comunicación cambió a nivel universal, tanto que ahora se plantea incluso la posibilidad de prescindir de los periodistas tal como lo menciona Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, en su texto “El Periodismo del Nuevo Siglo”: “Los periodistas están en vía de extinción, el sistema ya no quiere más periodistas. En este momento puede funcionar sin ellos (…) o necesita periodistas que sean sólo obreros que se dediquen a los retoques a los partes de las agencias”.

Pero no solo es en el campo periodístico donde Internet hace que se escriba una nueva historia, también lo es en el de la publicidad, en el del conocimiento, en el del trabajo, en las oportunidades, las relaciones humanas y los afectos.


Internet y la libertad de Expresión


La revolución de Internet sólo puede ser comparada a la que representó la invención de la imprenta. Antes de Gutenberg, tener un libro era casi tener un tesoro. La imprenta hizo que todos, o casi todos, pudieran comprar, o al menos, adquirir un libro. Después, vinieron los ilustrados, que defendieron la libertad de expresión. Lo que no dejó de ser una feliz aspiración, pues los que podían gozar de este derecho eran muy pocos.

Se necesitaban medios de comunicación para que el derecho de libertad de expresión fuera algo más que una utopía. Pero ahora con los "blogs": esos textos libres que mezclan, sin el menor problema, hechos comprobados, rumores, información, opinión y todo lo que se pueda imaginar, la libertad de expresión ha empezado a ser una realidad.




Internet y la Prensa Escrita


Rupert Murdoch, uno de los más legendarios empresarios de la prensa escrita y la televisión, ha vaticinado la desaparición de los grandes magnates de la prensa y los grandes rotativos, como consecuencia del empuje de Internet y de los blogs. "Estamos en el amanecer de una nueva era de la información", afirmó, después de reconocer que la revolución de Internet y de los blogs es democrática y tiende a derribar monopolios y manipulaciones informativas tejidas en las últimas décadas. "El poder de la información se les está yendo de las manos a la vieja élite de nuestra industria...esto es, a los editores, a los directores y, digámoslo de una buena vez, a los propietarios", sentenció Murdoch recientemente, en Londres, ante una sorprendida concurrencia de altos empresarios y autoridades.

La tesis central de Murdoch es que la vieja prensa ya está muerta, aunque tardará todavía años en ser enterrada por una nueva generación de consumidores de información cuyo principal rasgo es que quieren recibir información no mediatizada ni manipulada, de manera inmediata, en el mismo lugar donde se encuentran.
Es un hecho que Internet cambió por completo la relación entre la prensa escrita y el lector. Antes, los periódicos tenían el privilegio de llevar la noticia hasta el lector que era un sujeto pasivo de la información (generalmente manipulada en bien de los intereses políticos o económicos de los propietarios, cuando no utilizada para desacreditar a quien se les oponía a estos mismos intereses). Ahora es distinto, en Internet el lector va a la noticia y tiene todas las opciones para determinar por sí mismo la veracidad de la misma e interactuar con el medio que la expone. ¡Este es un viraje de 180 grados!Estas razones son las que demuestran que la nueva historia apenas está escribiéndose. Los diarios están en franco descenso mientras que los lectores, día a día en todo el mundo, se trasladan a buscar la información en Internet.

Diarios como el New York Times, por solo citar un ejemplo, han anunciado una disminución ostensible en su medio impreso –con el consiguiente despido de personal- y todo por el creciente número de usuarios de Internet.



Internet y la publicidad


La noticia más reciente del desplazamiento de la publicidad, de los medios de comunicación escritos, a Internet, viene de Inglaterra y cuenta que las consultoras Price Waterhouse y World Advertising Research Centre han elaborado un informe que concluye que la publicidad en línea superará en 2007 la facturación publicitaria de la prensa escrita en Inglaterra.


Según este informe, durante 2005 la publicidad en Internet aumentó en 65,5% en Gran Bretaña, alcanzando una facturación de 1.400 millones de libras esterlinas. Actualmente, Internet representa el 17,8% del mercado publicitario total en Gran Bretaña. Este porcentaje en sí supera en un 100% a la publicidad radial.

"Estas cifras superan todas nuestras expectativas. Nuestro próximo hito es alcanzar los 2 mil millones de libras esterlinas en facturación. Estamos frente a una gran oportunidad y los próximos 12 meses serán decisivos ya que podremos tener un mercado mayor que la prensa escrita", comentó Guy Phillipson, director de IAB, a la publicación The Guardian.

Hoy, en esta nueva historia, los lectores buscan temas diferentes, útiles, bien escritos y verídicos, que saben de antemano no encontrarán en los diarios tradicionales.

Adicionalmente los anunciantes cada vez lo tienen más claro. La Online Publishers Association (OPA) asegura que Internet es el único medio que se sitúa entre los de mayor consumo tanto en el ámbito laboral como en el doméstico, lo que supone una combinación ganadora para la publicidad. La Red se ha convertido en la dominadora del "prime time" diurno. Así que si los diarios ya tienen claro lo que se les viene encima, también la televisión empieza a sentir el efecto.


El Internet y las relaciones



Diego Levis, un estudioso del tema, dice que el Internet puede compararse con una plaza pública: un espacio comunicativo en el que hay lugar para el encuentro y el intercambio, en el que confluyen fiestas y mercadillos, buhoneros y poetas, tramposos y filósofos, banqueros y enamorados, policías y soñadores, niños y ancianos, hombres y mujeres, ricos y pobres.

“Hoy, millones de hombres y mujeres de todas las edades utilizan las posibilidades que le ofrecen las redes telemáticas para comunicarse con personas a las que muchas veces no conocen físicamente. Muchos de ellos lo hacen para pasar el rato, otros buscan amigos con los que compartir buenos momentos y hay quienes están a la búsqueda de un amor con quien crecer. Para ello utilizarán las diferentes herramientas que Internet les ofrece: correo electrónico, chat y sitios de encuentro en la World Wide Web.”

“La ciudad es hoy vivida como territorio hostil, los espacios públicos de encuentro se reducen mientras cada vez son menores las situaciones en las que podemos acercarnos a personas a las que no conocemos sin ser vistos con malos ojos, cuando no es con miedo. Incluso mirar a alguien en la calle puede dar lugar a incómodos equívocos.” ”La soledad es un acompañante habitual de muchas personas que recorren la ciudad sin cruzarse nunca con miradas ni voces amigas. Muchos vivimos atrapados por nuestros miedos e inseguridades que hacen que sintamos que la presencia del Otro cuestiona permanentemente nuestro ser. Y no nos gusta...


Aislados enloquecemos, incluso podemos morir. Es en el encuentro (o desencuentro) con el otro en donde se justifica, se explica nuestra existencia. Romper con el cerco del aislamiento es lo que nos permite mantenernos vivos, a nosotros como individuos y a los seres humanos como especie. En este contexto, Internet aparece como un medio para combatir la pesadumbre que nos provoca la sensación de soledad con la que convivimos, pues no olvidemos que la Red es antes que nada un formidable canal de comunicación. Así parecen entenderlo quienes que hacen uso de ella para establecer y mantener relaciones afectivas. Práctica cada vez más extendida.”



El Internet y el amor

Este aspecto también lo trata Levis, al decir que los encuentros y desencuentros amorosos surgidos a través de cualquiera de las herramientas de Internet empiezan a formar parte de las pequeñas historias ciudadanas que alimentan las leyendas urbanas contemporáneas. En determinados círculos sociales, resulta cada vez más difícil encontrar a alguien que no tenga algún amigo o conocido que no esté o haya estado metido en una relación afectiva nacida o desarrollada en la Red.



“Las historias de romances y desengaños envuelven Internet. Rodeadas por un halo demisterio y aventura muchas producen en sus protagonistas la fascinación de los cuentos de hadas. Impulsados por el callado deseo de hallar el amor de la vida, miles, millones de hombres y mujeres de distinta edad y condición social participan en chats y en los innumerables sitios de contactos que se ofrecen en la Web. Otros muchos recurren al e-mail para alimentar o mantener vivas relaciones afectivas con personas de las que se encuentran separadas físicamente.”


“Hay quienes utilizan Internet como un instrumento para conocer gente personalmente. Para ellos la Red es un espacio para hacer el primer contacto, persiguen encontrar alguien con quien pasar un rato divertido, y eventualmente un amor. Los canales de chat cumplen esta función y de este modo complementan y en algunos casos directamente a los lugares de encuentro tradicionales.”


“A esto se le añaden los servicios de contactos afectivos que ofrecen muchos portales en el que miles personas se anuncian buscando pareja y amigos. Un fenómeno que tiene un antecedente en las secciones de avisos por palabras de muchos diarios y revistas impresos.”


“En la Red siempre habrá alguien con quien compartir un rato. No importa el momento, no importa el lugar. Tampoco es relevante tener cuerpo de modelo ni de atleta, ni vestir a la moda, ni tener ojos hermosos o una deslumbrante sonrisa de estrella de cine. No importa ser gordo o flaco, joven o viejo, bello o feo; derribada la barrera de las apariencias físicas, en la Red somos, principalmente, lo que dicen las palabras que escribimos, invitándonos a hacer de nosotros personajes de ficción para participar en una suerte de simulacro de relación interpersonal con interlocutores que ineludiblemente se presentan asimismo como una ficción. Cada uno se muestra como es, o como desea ser, sin ningún condicionante corporal.”


“En las relaciones puras de Internet el nacimiento del amor prescinde de la existencia del cuerpo. Dos personas se conocen a través de alguna de las aplicaciones de la Red y empiezan a intercambiar mensajes. La belleza o rudeza de su escritura es lo único que el uno conoce del otro. Sus palabras, separadas de cuerpos e historias personales, sirven como constancia de la presencia (presumible) de alguien tecleando del otro lado de la pantalla. Muchas veces no tardan en sentir una sensación de cercanía, de proximidad; un cosquilleo, una emoción que identifican con el amor.”


“Voces sin sonido, conversaciones sin sonrisas ni gestos que aligeran la angustia provocada por el aislamiento, el dolor por la ausencia de un amor anhelado aún por conocer. Los “ciber-enamorados” se envían fotos y a través del videochat pueden también escuchar sus voces y vislumbrar sus gestos, sus miradas y sus sonrisas, tan importantes para el amor. Y aunque nada reemplaza las sensaciones que produce el contacto físico, en ocasiones sienten que en el aquel que se halla detrás de la pantalla se encuentra el amor de su vida.”



“Todavía no hemos podido vernos frente a frente, pero es la persona que más amo en este mundo y él lo sabe. Ya contamos los días y las horas para poder reunirnos (...) Por lo pronto, ya llevamos un mes de ser novios, y aunque sea a distancia, sabemos lo que sentimos el uno por el otro. Solamente espero que muy pronto podamos estar juntos, porque las horas que pasamos hablando por teléfono no son suficientes, ni tampoco los e-mails que nos mandamos. No veo el momento de poder estar con él para verlo a los ojos y decirle "te amo", abrazarlo fuertemente y no dejarlo ir nunca. Soy la mujer más feliz del mundo” Escribe en un espacio de encuentros una mujer argentina de veintitrés años refiriéndose a su tele-romance .



“En el momento de enfrentarse a la presencia apabullante de los cuerpos, el aspecto físico reaparece en todo su dramatismo, condicionando muy seguido la viabilidad de las relaciones que crecieron en el ámbito seguro, protegido, controlado de la computadora. La imagen proyectada, idealizante e idealizada, rara vez responde a las expectativas del otro, que desilusionado, frustrado por la brecha entre lo esperado y lo hallado, se resiste a aceptar que se trata de la misma persona. Si la brecha entre el ser imaginado y el real es muy profunda el alejamiento será inexorable, definitivo.”






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“Pero no siempre es así. De tanto en tanto, la primera mirada revela complicidades propias de una intimidad larga, venida de muy lejos. Entonces, el amor es posible. Es su misterio"


Tomado de Periódico el Compás y modificado para lectores Docentes de la Especialización de Informàtica







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